El dolor articular en perros y gatos es un problema más común de lo que muchos tutores piensan. A medida que nuestras mascotas envejecen, sus articulaciones se desgastan y pueden aparecer enfermedades como la artrosis. Sin embargo, los problemas articulares no afectan solo a animales mayores: lesiones, sobrepeso o enfermedades hereditarias también pueden desencadenar molestias en ejemplares jóvenes. Reconocer las señales de dolor articular es fundamental para buscar ayuda veterinaria a tiempo y mejorar la calidad de vida de nuestros compañeros peludos.
¿Por qué se produce el dolor articular?
Las articulaciones permiten el movimiento fluido de las extremidades, pero cuando se inflaman o se desgastan provocan dolor y rigidez. Entre las causas más frecuentes encontramos:
- Enfermedades degenerativas como la artrosis.
- Lesiones traumáticas, fracturas o luxaciones.
- Alteraciones hereditarias como la displasia de cadera o de codo.
- Sobrepeso, que aumenta la presión sobre huesos y articulaciones.
- Procesos inflamatorios o infecciosos.
También influyen factores ambientales y de estilo de vida, como el tipo de superficie por la que camina el animal, la intensidad del ejercicio o la falta de actividad física.
Principales señales de dolor articular en perros y gatos
Dificultad para moverse
Una de las señales más claras es cuando tu mascota tarda más en levantarse, evita subir escaleras o se muestra reacia a correr y jugar como antes. Muchos tutores confunden este comportamiento con “pereza” o envejecimiento normal, pero suele ser una señal de dolor.
Cojera intermitente o constante
El dolor en una articulación puede hacer que tu perro o gato cojee, especialmente después de dormir o tras realizar ejercicio. En algunos casos la cojera mejora con el movimiento, pero vuelve a aparecer tras el reposo.
Rigidez al levantarse
Los animales con dolor articular suelen mostrar rigidez, sobre todo en las primeras horas de la mañana o tras permanecer mucho tiempo tumbados. Este signo es muy característico en la artrosis.
Cambios en la postura y en la forma de andar
El dolor puede hacer que modifiquen su forma de caminar, apoyen más una pata que otra o se sienten de manera diferente para evitar la molestia. Algunos incluso arrastran las patas traseras o caminan con pasos más cortos.
Reducción de la actividad
Una mascota que antes disfrutaba de los paseos largos o de los juegos puede volverse más sedentaria, mostrando apatía o cansancio excesivo. Esta reducción de la actividad no solo afecta a su salud física, sino también a su bienestar emocional.
Irritabilidad o cambios de carácter
El dolor continuo afecta al comportamiento: pueden mostrarse más nerviosos, agresivos al tocarlos o, por el contrario, más retraídos. El carácter de tu mascota puede cambiar de forma notable cuando no se siente bien.
Lamerse o morderse la zona afectada
En un intento de aliviar el malestar, muchos animales se lamen insistentemente la articulación dolorida. Esto puede provocar irritación adicional o incluso infecciones secundarias en la piel.
Atrofia muscular
La falta de uso de una extremidad por dolor puede llevar a la pérdida de masa muscular, lo que agrava aún más el problema articular. En casos avanzados, se observa una notable diferencia de grosor entre las extremidades.
Cómo confirmar el diagnóstico
Aunque estas señales son muy indicativas, solo un veterinario puede confirmar la presencia de dolor articular mediante exploraciones físicas, radiografías o pruebas complementarias. En ocasiones, se realizan ecografías, análisis de líquido sinovial o pruebas de laboratorio para descartar enfermedades asociadas.
Detectar a tiempo el problema permite instaurar tratamientos que mejoran notablemente la movilidad y reducen el dolor. Cuanto antes se diagnostique, mejores serán los resultados del tratamiento.
Tratamiento y cuidados
El manejo del dolor articular es individualizado e incluye:
- Medicación antiinflamatoria o analgésica prescrita por el veterinario.
- Condroprotectores que ayudan a proteger el cartílago y retrasar su desgaste.
- Control del peso para reducir la presión sobre las articulaciones.
- Ejercicio moderado y fisioterapia adaptada, como la hidroterapia.
- Camas ortopédicas y superficies antideslizantes en casa.
En algunos casos, cuando el dolor es severo o existe una malformación importante, puede ser necesaria la cirugía. Existen técnicas quirúrgicas avanzadas, como prótesis de cadera o artroscopias, que pueden devolver la movilidad a perros y gatos con problemas graves.
Prevención del dolor articular
Además del tratamiento, existen medidas que los tutores pueden aplicar para prevenir o retrasar la aparición de problemas articulares:
- Mantener un peso saludable mediante una dieta equilibrada y ejercicio regular.
- Evitar los saltos bruscos o el ejercicio excesivo en cachorros de razas grandes.
- Ofrecer superficies blandas para descansar, evitando suelos fríos o duros.
- Realizar revisiones veterinarias periódicas, especialmente en perros de razas predispuestas.
- Introducir suplementos nutricionales bajo consejo veterinario cuando sea necesario.
- Favorecer rutinas de ejercicio controlado, que mantengan los músculos fuertes y las articulaciones en movimiento.
La importancia de la fisioterapia y la rehabilitación
Cada vez más clínicas veterinarias incluyen programas de fisioterapia y rehabilitación para tratar el dolor articular. Estas terapias incluyen:
- Masajes para reducir la tensión muscular.
- Ejercicios de movilidad guiados.
- Hidroterapia, que permite ejercitarse sin impacto en las articulaciones.
- Láser terapéutico o magnetoterapia, que favorecen la recuperación y reducen el dolor.
La fisioterapia no solo mejora la movilidad, sino que también ayuda a mantener una buena calidad de vida y retrasar la progresión de enfermedades degenerativas.
¡En Darbón Veterinarios te ayudamos!
El dolor articular en mascotas no debe considerarse una consecuencia inevitable de la edad. Reconocer sus señales permite actuar a tiempo y mejorar de manera significativa la calidad de vida de perros y gatos. Con un diagnóstico precoz, un plan de tratamiento adaptado y medidas de prevención, es posible reducir el dolor, mejorar la movilidad y ofrecer a nuestras mascotas una vida más activa y feliz.
En Darbón Veterinarios, contamos con experiencia en el diagnóstico y tratamiento de problemas articulares. Si notas que tu compañero peludo cojea, evita moverse o ha cambiado su comportamiento, no lo dejes pasar.
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