¿Cómo actuar si tu perro se clava una espiga?
Las espigas son uno de los peligros más comunes, pero a menudo subestimados a los que se enfrentan los perros durante los paseos, especialmente en primavera y verano. Estas estructuras vegetales, procedentes de diversas gramíneas, tienen forma de flecha y una superficie con pequeños pelillos orientados hacia atrás que les permite clavarse con facilidad en la piel, orejas, ojos o entre los dedos de los perros. El riesgo no solo es que se claven, sino que, debido a su forma, pueden avanzar de forma progresiva dentro del cuerpo, provocando infecciones, abscesos o daños internos si no se detectan y retiran a tiempo. En este artículo aprenderás cómo prevenir, identificar y actuar ante un incidente con espigas en perros.
¿Qué son las espigas y por qué suponen un peligro?
Las espigas son semillas de gramíneas que, al secarse, se desprenden y quedan en el suelo, en parques, caminos, jardines y campos. Debido a su forma puntiaguda y sus finos pelillos, se adhieren fácilmente al pelo y pueden desplazarse hacia la piel e incluso penetrar en ella. Las espigas en perros pueden clavarse en diferentes partes del cuerpo, siendo las más comunes:
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Espacios interdigitales (entre los dedos).
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Conducto auditivo.
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Ojos.
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Nariz.
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Ingle y axilas.
Su forma les permite penetrar progresivamente y provocar desde irritación hasta infecciones graves o abscesos que requieren intervención veterinaria urgente.
Síntomas de que tu perro podría tener una espiga clavada
Los signos pueden variar según la localización de la espiga, pero entre los más frecuentes están:
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Cojera repentina sin causa aparente.
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Lamido o mordisqueo insistente de una zona.
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Inflamación, enrojecimiento o dolor localizado.
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Sacudidas frecuentes de la cabeza (cuando la espiga está en el oído).
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Estornudos constantes o hemorragia nasal (si se ha introducido por la nariz).
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Secreción ocular o lagrimeo excesivo.
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Aparición de un bulto o absceso en la piel.
Es fundamental revisar con detenimiento a la mascota después de cada paseo, especialmente si ha estado en zonas con vegetación seca o campos. Las espigas en perros pueden ser difíciles de detectar, pero un diagnóstico temprano es clave para evitar complicaciones.
¿Cómo actuar si sospechas que tu perro tiene una espiga?
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Mantén la calma y examina con cuidado
Inspecciona bien la zona afectada. Si la espiga está superficial y accesible, puedes intentar retirarla con unas pinzas limpias, siempre con mucho cuidado de no romperla o empujarla más. -
No intentes manipular zonas delicadas
Si la espiga está en zonas sensibles como ojos, oídos, nariz o si se encuentra muy incrustada, no debes intentar extraerla por tu cuenta, ya que podrías agravar el problema. -
Acude inmediatamente al veterinario
El profesional realizará una exploración minuciosa y, si es necesario, empleará instrumental especializado o sedación para retirar la espiga de forma segura y tratar posibles infecciones. -
Sigue las indicaciones veterinarias
El tratamiento podrá incluir antibióticos, antiinflamatorios o revisiones posteriores. Es importante cumplir con las pautas para evitar complicaciones.
Riesgos de no tratarlo a tiempo
Si no se retira la espiga, puede desplazarse hacia tejidos internos y provocar:
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Abscesos.
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Fístulas (canales de drenaje purulento).
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Infecciones crónicas.
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Daños a nivel ocular o auditivo.
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En casos graves, cirugías de urgencia.
Una actuación precoz reduce significativamente las complicaciones y el dolor para la mascota.
Prevención: la mejor herramienta
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Evita las zonas con alta concentración de espigas, sobre todo en verano.
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Cepilla y revisa a tu perro después de cada paseo.
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Presta especial atención a las patas, orejas, axilas e ingles.
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Mantén corto el pelo de las zonas propensas en épocas de riesgo.
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Consulta periódicamente al veterinario para mantener la salud cutánea y prevenir otras afecciones que puedan facilitar la penetración de espigas en perros.
En Darbón Veterinarios te ayudamos a tratar las lesiones por espigas
En Darbón Veterinarios, contamos con un equipo listo para el diagnóstico y tratamiento de lesiones por espigas en perros. Si notas algún signo de alerta o sospechas que tu perro ha podido clavarse una espiga, no dudes en consultarnos. Nuestro equipo te ofrecerá una atención personalizada, realizará una exploración exhaustiva y aplicará el tratamiento más adecuado para garantizar la pronta recuperación de tu mascota. Además, te asesoraremos sobre las mejores medidas de prevención para que disfrutes de los paseos con tranquilidad.